Los residuos plásticos marinos albergan microorganismos nocivos para los animales y los seres humanos.
Los plásticos que no reciclamos y acaban en los océanos se convierten en gigantescos basureros marinos. Los científicos han descubierto un nuevo peligro asociado a estos residuos: la "plastisfera", una comunidad de al menos mil tipos distintos de microorganismos que viven en su superficie y pueden ser nocivos para los seres vivos marinos y los humanos.
Plastisfera, un nuevo peligro para la vida marina
Los plásticos, sobre todo las bolsas y las botellas, son el principal residuo encontrado en los océanos de todo el mundo (más del 80% del total), según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En la superficie externa de estos desechos plásticos habitan diversos microorganismos que suponen un daño potencial para los animales y los seres humanos. Así lo revela una reciente investigación de un equipo de varias instituciones científicas estadounidenses.
Cómo afecta al medio ambiente y a la economía
El informe del PNUMA indica que estos desechos marinos se rompen de forma paulatina en trozos cada vez más pequeños que pueden ser consumidos por seres vivos de la base de la cadena alimentaria. Los plásticos son confundidos como alimento por pájaros, peces, tortugas o mamíferos marinos (ballenas o delfines). El PNUMA estima que esta contaminación mata cada año a más de un millón de aves y a unos cien mil mamíferos.
Se estima que la contaminación marina mata cada año a más de un millón de aves y a unos cien mil mamíferos
Diversos estudios indican que el problema crece de manera continua. Una investigación de cinco años en fulmares, unas aves marinas del Mar del Norte, descubrió que el 95% de los ejemplares tenía residuos plásticos en el estómago. En otra investigación realizada en el Nordeste Atlántico se encontró plancton con muestras de plástico que llevaban en su interior desde la década de 1960, y se constató un aumento significativo en su abundancia con el paso del tiempo.
Los expertos recuerdan la bioacumulación de estas sustancias en el organismo de los seres vivos a lo largo de la cadena alimenticia. Las consecuencias para la salud podrían ser muy graves: la contaminación sería cada vez mayor en los alimentos procedentes del mar.
Las redes de pesca a la deriva son otra clase de residuo con graves consecuencias para la
vida marina. Estas "redes fantasma" cazan animales marinos, incluso, tras ser abandonadas.
Los desechos marinos pueden causar graves pérdidas económicas por daños en barcos y la contaminación de espacios turísticos y agrícolas. Limpiar las playas de Bohuslän, en la costa oeste de Suecia, supuso un desembolso superior a un millón de euros en un año. En Indonesia, el rápido crecimiento económico ha conllevado la contaminación de sus ríos. El año pasado, el Banco de Desarrollo de Asia anunció un préstamo de 355 millones de euros para restaurar el río Citarum, uno de los más sucios del mundo, y poner en marcha plantas de tratamiento de residuos.
El vertido de desechos industriales o agrícolas, como fertilizantes nitrogenados, provoca una acidificación de los océanos y el aumento de zonas muertas. En ellas, la ausencia de oxígeno supone la desaparición de los seres vivos. Diversos estudios, entre ellos de Naciones Unidas, han puesto de manifiesto el rápido aumento de estos puntos sin vida en todo el mundo.
Los residuos plásticos matan más de un millón de aves marinas y más de 100.000 mamíferos marinos y tortugas cada año
El trabajo profundiza en el conocimiento de la "plastisfera", una comunidad de organismos microbianos descubierta el año pasado en los plásticos flotantes de los océanos. Investigadores de la Asociación de Educación Marina (SEA), el Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) y el Laboratorio de Biología Marina (MBL) localizaron al menos mil tipos diferentes de dichos microorganismos. Los científicos descubrieron también que incluyen bacterias que causan enfermedades en animales y humanos.
El nuevo trabajo revela que los microbios "colonizadores" forman grupos detectables en los residuos plásticos en pocos minutos. Los científicos estudian si los peces u otros animales marinos contribuyen a que estos patógenos se desarrollen al ingerir el plástico.
El objetivo de los investigadores es determinar las consecuencias de esta plastisfera en los ecosistemas marinos y la salud, además de ofrecer datos para reducir su impacto. Uno de los autores del estudio, Tracy Mincer, del WHOI, señala que esta información podría ayudar a los fabricantes a reducir esta contaminación, como por ejemplo creando productos que se degraden antes de que puedan ser perjudiciales.
Los autores examinaron desechos plásticos en el Atlántico Norte y en el Pacífico Norte y descubrieron que los microorganismos se desarrollan más rápido en aguas templadas que en tropicales. Los investigadores confían en que su trabajo sirva también para precisar la edad de los desechos marinos plásticos.
Algunos datos alarmantes sobre los desechos plásticos marinos
La ONG Plastic Pollution Coalition trata de concienciar a la sociedad sobre el problema de la contaminación plástica de los océanos. Su impulsor, Manuel Maqueda, señala diversos datos preocupantes al respecto:
- Los residuos plásticos matan más de un millón de aves marinas y más de 100.000 mamíferos marinos y tortugas cada año.
- El plástico es un material que tarda hasta mil años en biodegradarse, y enseguida se fragmenta en trocitos que absorben y acumulan contaminantes tóxicos. Por ello, no se puede hablar de islas flotantes de residuos, sino más bien de zonas con mayores concentraciones en una especie de sopa. Se calcula que hay cien millones de toneladas en suspensión en el mar.
- La contaminación marina por residuos plásticos es un problema global: todos los ecosistemas del planeta, hasta la Antártida, sufren sus efectos nocivos. Los científicos alertan en especial sobre los disruptores endocrinos.
- Millones de animales de cientos de especies comen plástico. El problema llega así de nuevo a quienes lo han provocado, ya que la cadena alimentaria de la que dependen los seres humanos se contamina.
Qué podemos hacer contra la basura plástica de los océanos
- Aprobación de normas que impulsen la reducción de los residuos y su correcto tratamiento, así como medidas concretas para hacerlas cumplir y penalizar a quienes las infringen.
- No arrojar ningún residuo a ríos o mares y recoger en lo posible cualquier residuo plástico que veamos en playas u otros lugares próximos a los mares.
- Evitar los productos de usar y tirar, sobre todo las bolsas de plástico diseñadas para un solo uso.
- Aplicar las tres erres: reducir el volumen de residuos, reutilizar al máximo los productos para evitar tirarlos antes de lo necesario y reciclar los residuos de manera adecuada. En el caso de los residuos plásticos, el contenedor amarillo es el lugar indicado para ello.
- Promover más investigaciones científicas para conocer el alcance del problema y desarrollar las soluciones más efectivas.
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