La palabra “biodiversidad” es una contracción de la expresión “diversidad biológica”. Ambos términos aluden a la variedad de individuos de una especie, a la abundancia de especies de una comunidad natural así como a la variedad de hábitats en las que estas especies y comunidades viven y se relacionan.
El concepto de biodiversidad indica el grado de organización, madurez y estabilidad de un ecosistema e incluye a todos los organismos terrestres y acuáticos, desde las bacterias microscópicas hasta las más complejas plantas y animales así como abarca la manera en que esta diversidad cambia de un lugar a otro y evoluciona con el paso del tiempo.
¿Para qué sirve? ¿Por qué es importante?
De la biodiversidad dependen muchos de los recursos naturales disponibles, así como otros muchos productos beneficiosos para la humanidad como son la disponibilidad de agua, alimentos y materias primas, la producción de oxigeno, la formación y retención de suelo, la regulación del clima, los valores estéticos, educativos y culturales, etc. Así la riqueza de un territorio se puede medir por su biodiversidad, siendo importante tanto el número y la abundancia de las especies presentes como las relaciones entre ellas y el territorio.
La biodiversidad en Navarra
La Comunidad Foral de Navarra tiene una elevada biodiversidad derivada de la disparidad que presenta el territorio: diferentes sustratos geológicos, relieve de montañoso a llano, cuencas geográficas atlánticas y mediterráneas, variedad de climas y microclimas, etc. Esta variabilidad queda reflejada por la existencia de tres Regiones Biogeográficas: alpina, atlántica y mediterránea, en las que, en números redondos, 100 Lugares protegidos albergan al menos 50 Hábitats de Interés Comunitario, y aproximadamente 300 Especies de fauna y flora de elevado interés natural. Hay que señalar que no sólo estos Lugares, Hábitats y Especies contribuyen a la biodiversidad: otros parajes de Navarra enriquecen el conjunto del territorio por su elevado interés natural, paisajístico, forestal, cinegético, piscícola, científico, divulgativo, recreativo, etc.
Para medir los distintos aspectos de la biodiversidad, se utilizan diversos indicadores ecológicos, que se diseñan en función de lo que se desea medir, valorar o comparar. Uno de los mas sencillos que se puede usar para comparar la biodiversidad de especies en distintos territorios puede ser el “número de especies que se encuentran en un área determinada”.
Por ejemplo el índice de biodiversidad de vertebrados de Navarra, sin incluir los peces (Nº total vertebrados - Nº total Peces)/log Superficie es de 88, valor sólo superado por el de España que es de 99. Grecia, con un valor de 79, es el siguiente territorio europeo en importancia para los vertebrados.
¿Qué factores originan la pérdida de biodiversidad?
Las actividades humanas contribuyen con frecuencia a la pérdida irreversible de biodiversidad, repercutiendo este deterioro de la biodiversidad a su vez de forma negativa en el propio bienestar humano.
Por ejemplo, algunos métodos que se utilizan para incrementar la producción de alimentos pueden provocar la disminución o la degradación de otros recursos como la pesca o la calidad del agua. A largo plazo, el valor de los recursos/usos perdidos puede superar con mucho los beneficios que se obtienen a corto plazo al transformar los ecosistemas.
La trasformación de ecosistemas así como la extinción de especies forma parte del curso natural de la historia de la Vida. Sin embargo la pérdida de biodiversidad y los cambios derivados en el medio ambiente se han acelerado: muchas poblaciones de plantas y animales han declinado en número, extensión geográfica o ambas variables, estimándose que las actividades humanas han acelerado el ritmo de extinción al menos cien veces respecto al ritmo natural.
En términos generales, los principales factores que desencadenan la pérdida de biodiversidad a nivel mundial son: la modificación o desaparición del hábitat, la introducción y propagación de especies exóticas invasoras fuera de su área de distribución habitual, la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación.
El uso sostenible de los recursos naturales (utilización sin merma de su tasa de renovación) es necesario para la conservación de la biodiversidad: se trata de evolucionar a un modelo de “crecimiento sostenible” necesariamente respetuoso con el medio ambiente.
¿Cómo se puede proteger la biodiversidad?
Los espacios, los hábitats y las especies protegidas son solamente los puntales en los que se apoyan los programas de conservación.
Otro de los pilares fundamentales es una información ambiental de calidad, accesible, actual y operativa que contribuya no solo a la mejora del conocimiento sino que facilite la toma de decisiones en una gestión integral del territorio en la que sea posible compatibilizar los distintos usos del territorio con la conservación de los hábitats y de las especies naturales.
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