RECHAZO DE LAS ASOCIACIONES ECOLOGÍSTAS A QUE SE ABRA LA PUERTA A LA CAZA EN LOS PARQUES NACIONALES
El Gobierno está siendo presionado para introducir una enmienda en la ley con el fin de prolongar indefinidamente la caza mayor en el parque nacional de Cabañeros
Los grupos conservacionistas expresaron ayer su rechazo a que el proyecto de ley de Parques Nacionales, actualmente en fase de tramitación en el Senado, sea modificado en el último momento para que se abra la puerta a la caza comercial en los parques nacionales. El Gobierno está siendo presionado para introducir una enmienda en la ley con el fin de prolongar indefinidamente la caza mayor (ciervos…) en el parque nacional de Cabañeros (que ahora tiene como fecha límite el año 2017). La enmienda es instada por propietarios de fincas en cuyos terrenos se llevan a cabo monterías privadas (otras fincas están bajo control público y se hace un simple control de las poblaciones, pero no con fines cinegéticos. "Si se admite, esto puede provocar una reacción en cadena de otros propietarios privados en parques nacionales que quieran también cazar. Esto acabaría con la actual esquema de protección", dice Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF.
Este asunto fue abordado en la reunión que mantuvieron los ecologistas y la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en pasado miércoles. La ministra dijo en la reunión que había que reconocer la contribución de lo propietarios particulares en la conservación de los parques nacionales, lo que no tranquilizó precisamente a sus interlocutores. Sin embargo. Del Olmo señala que si se permitiera la caza comercial indefinidamente en el parque nacional de Doñana existe el riesgo de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza retirara el reconocimiento de la máxima categoría o figura de protección (el parque nacional) concedida a este espacio.
El temor de los grupos ecologistas es que el grupo del PP introduzca una enmienda para permitir la caza comercial en Cabañeros más allá del 2017, y la incorpore en el último momento de la tramitación de la ley de parques nacionales, la semana próxima en el Senado. El Gobierno ya ha recurrido a esta fórmula en la modificación de otras leyes de carácter medioambiental, "para reducir la capacidad de respuesta de la oposición".
Caza del lobo
En la reunión, los grupos conservacionistas constataron que la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, está dispuesta a abrir la mano a la caza del lobo el sur del río Duero, en donde esta especie está protegida. La ministra ha expresado esta intención en las últimas semanas y volvió a hacerlo en la reunión que mantuvo el miércoles con representantes de las principales organizaciones conservacionistas españolas. Los portavoces de estas entidades expresaron su rotunda oposición a esta pretensión, al entender que no existen censos suficientes datos contrastados que permiten tomar una decisión como ésta.
"Que lo primero que nos diga la nueva ministra de Medio Ambinete, Isabel García Tejerina, sea que quiere permitir la caza del lobo al sur del río Duero es una barbaridad", dice con indignación Juan Carlos del Olmo, secretario general de la organización WWF. "La ministra está para defender las especies protegidas, y no para desprotegerlas", sentencia Del Olmo, uno de los cinco representantes de las entidades conservacionistas que se reunieron el miércoles con la ministra.
Los portavoces de todos estos grupos expresaron en la reunión su oposición a este plan. García Tejerina confirmó que había mantenido una reunión con su homólogo francés, con la intención de pedir a la UE una modificación de la directiva Hábitats, lo que permitiría la caza del lobo al sur del Duero (aunque la carta aún no la ha enviado).
La directiva Hábitats considera que el lobo debe seguir protegido al sur del Duero, mientras que al norte de este río rige un sistema de gestión para controlar las manadas (en manos de la Junta de Castilla y León).
Juan Carlos del Olmo expresó su rechazo a esta iniciativa alegando que no hay datos científicos globales sobre la situación real de las poblaciones del lobo al sur del Duero pues los últimos datan de 1988, mientras que los nuevos son parciales o están fragmentados. "La gestión del lobo es un caos en Espala. Lo que está ocurriendo es fruto de las presiones de la Junta de Castilla y León y de los ganaderos", dice Del Olmo. El lobo fue durante años como una alimaña y combatido incluso con venenos, de manera que al sur del Duero casi se extinguió. Pero, al dejar de ser perseguido, se fue recuperando y ahora, cuando ha colonizados nuevos espacios, es visto como un enemigo mortal por dueños de la ganadería extensiva. "Esta propuesta no es admisible, porque la misión del Ministerio es proteger esta especie, y no hay estudios científico serios y solventes que puedan avalar la caza al sur del Duero", señala Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción. El hecho de que se recupere el lobo es una buena noticia, pero para la ministra parece que no lo es", indica Paco Segura. Los expertos en gestión de fauna salvaje reclaman ayuda a los ganaderos, que han perdido la memoria del peligro del lobo y no aplican medidas de seguridad en la sierra: mastines, vigilancia, vayas electrificadas...
Fuente original: lavanguardianatural
No hay comentarios:
Publicar un comentario