¿Te acuerdas del cura de Alcolea de Cinca (Huesca)? ¿Ése que desahució a las cigüeñas de su parroquia? Ocurrió la pasada primavera. Como os conté en su momento, el tal párroco desalojó por las bravas a las 39 parejas de cigüeña blanca en el momento más crítico de su nidificación, cuando ya estaban con huevos y pollos. No contento con tirar estos 39 nidos, electrificó la torre y tejados para garantizar que no regresaran las patilargas. Lo hizo tan a lo salvaje que una de ellas murió de un calambrazo.
“A ver si se hace justicia y crujen a esos sádicos”, comentó un lector.
Pues sí, al final ha habido sentencia gracias a la denuncia que interpuso SEO/BirdLife, pero no se ha hecho justicia.
Como ha informado la veterana entidad conservacionista, la resolución no reconoce la gravedad de los hechos, al sancionar al párroco (José María Huerva Mateo), responsable confeso del estropicio, con una raquítica multa de 500 euros cuando el daño estaba valorado en 13.480 euros. En realidad mucho más, pues ¿puede valorarse una vida en euros?
La sección de Régimen Jurídico del Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca solicitó a los técnicos una valoración económica de la infracción, quienes establecieron que del total de la colonia, unos 13 pollos habían muerto a causa de las molestias causadas por las obras. ¡13 pollos muertos de inanición!
No menos grave resulta el hecho de que, además de realizar las obras en el tejado de la iglesia durante un periodo no autorizado, el propio párroco decidió instalar un dispositivo de descargas eléctricas para ahuyentar a las cigüeñas desalojadas y evitar que volvieran. De resultas del invento, una de las cigüeñas sufrió una fuerte descarga y quedó ensartada en la cruz-veleta de hierro de la iglesia.
En el informe veterinario oficial del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca, al que fue llevado el animal agonizante tras pasar varios días ensartado en el tejado y ser rescatado por los bomberos de la comarca del Cinca Medio, se establece que:
“Muy probablemente el accidente se ha visto favorecido por la presencia de un pastor eléctrico recientemente instalado en el tejado de la iglesia” y continúa afirmando que dicho dispositivo “representa un serio peligro para estas aves. El cable del pastor eléctrico está levantado sobre pivotes metálicos, constituyendo una trampa mortal”.
SEO/BirdLife (y cualquiera con dos dedos de frente) considera que la sanción ha sidoinsuficiente dada la gravedad de los hechos y la valoración oficial realizada. Igualmente tilda de “alarmante y del todo injustificable” que la Dirección Provincial contara con informes emitidos por técnicos de la propia Administración y resolviera el expediente sin tener en cuenta su contenido.
Beneficiosas para los agricultores
Las cigüeñas han resultado ser unas auténticas devoradoras de cangrejos americanos (según la necropsia del veterinario, el ejemplar que murió tenia el buche lleno de estos invertebrados), topillos y ratones entre otras presas, por lo que son un buen aliado de los agricultores y muy beneficiosas para que las explotaciones sean más rentables.
Prohibido tirar sus nidos
La legislación ambiental prohíbe la retirada de nidos, la destrucción de los mismos o cualquier molestia o afección que repercuta negativamente en la fase reproductora de las aves, por lo que algunas prácticas habituales como la rotura o retirada de nidos de cigüeñas, golondrinas o aviones comunes, o el tapado de mechinales donde se reproducen vencejos, es una infracción administrativa.
Para estos casos se cuenta con medidas alternativas, y en cualquier caso, si se demostrara tras un preceptivo informe técnico que se están produciendo daños al patrimonio monumental o existe riesgo real para las personas, el órgano ambiental competente de la comunidad autónoma correspondiente podría emitir una autorización para realizar los trabajos necesarios, siempre en la época más adecuada (cuando no afecte a la reproducción de las especies protegidas). También podría autorizar la posible retirada de nidos si no existiese otra solución satisfactoria, pero siempre con permiso.
El vallado eléctrico sigue matando
No hay multa, pero tampoco obligación de retirar ese sanguinario sistema anti cigüeñas. De hecho ahí sigue.
SEO/BirdLife ha solicitado al párroco la retirada del dispositivo eléctrico y su estructura metálica antes de que se produzcan más muertes, y que tras finalizar las obras de rehabilitación estructural de la cubierta, se vuelvan a instalar nidales para las cigüeñas, compensando o minimizando, en la medida de lo posible, los daños causados a una especie protegida.
¿Les hará caso? Lo dudo. Tanto lío por 500 euros. Ningún problema. Se mete mano en el cepillo y asunto resuelto. Y a las cigüeñas, que les den… calambrazos.
Fuente original: lacronicaverde
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