La pobreza de agua afecta al medio ambiente, la economía y la salud de uno de cada diez habitantes del planeta.
Uno de cada diez habitantes del planeta sufre pobreza hídrica. Esas personas carecen de agua corriente y en condiciones sanitarias, un servicio que en los países desarrollados parece elemental. Enfermedades en muchos casos letales, impacto en los ecosistemas o falta de desarrollo económico o educativo son algunos de los problemas que padecen los pobres hídricos.
Qué es la pobreza hídrica
Sufrir una situación de pobreza hídrica significa que no se dispone de una fuente de agua cercana, que no reúne las condiciones higiénicas o que no está disponible. A nivel mundial, 783 millones de personas -uno de cada diez habitantes del planeta- están en situación de pobreza de agua, según End Water Poverty (EWP), una ONG internacional que trabaja para acabar con este problema.
4.000 niños mueren al día por pobreza hídrica en el mundo
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló en sus Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) la reducción a la mitad del porcentaje de la población mundial que no cuenta con dicho servicio básico. Los responsables de la institución internacional han asegurado que la meta relativa al agua potable se ha logrado. Sin embargo, han reconocido su preocupación en cuanto a la calidad y seguridad de muchas fuentes. Por ello, en sentido estricto, dichos ODM para 2015 no se cumplirán.
Por si no fuera suficiente, los últimos datos del IPCC, el grupo internacional de científicos auspiciados por la ONU para investigar el cambio climático, señalan que dicho problema causará graves alteraciones en el ciclo del agua en los próximos años.
Los expertos reclaman para luchar contra la pobreza hídrica más apoyos económicos para conseguir los ODM y la reducción de problemas relacionados con una mala gestión y consumo de este recurso natural, como la huella hídrica o el agua virtual
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Pobreza hídrica: cómo nos afecta
La pobreza hídrica es un problema que afecta de diversas formas:
- Impacto para la salud. La falta de agua de calidad provoca enfermedades cada vez más comunes como la disentería, el cólera o el tifus. El problema afecta especialmente a niños, mujeres y ancianos. La diarrea ocasionada por beber agua en mal estado es la primera causa de mortalidad infantil en los países en desarrollo, por delante de enfermedades como el sida o la malaria. Según datos de EWP, 4.000 niños mueren al día por pobreza hídrica en el mundo. La ONU estima que unas 42.000 personas fallecen cada semana en todo el planeta, debido a un agua de baja calidad y a la ausencia de un sistema de saneamiento adecuado.
- Impacto ambiental. El agua en malas condiciones o utilizada de forma insostenible afecta de forma negativa a la naturaleza. Sandra Postel, impulsora de Global Water Policy Project, una iniciativa para combatir los problemas del agua en el mundo, asegura que los progresos en los sistemas de abastecimiento, de regadío o de producción energética se han logrado a costa de perjudicar a los ecosistemas.
- Impacto socio-económico. La ONG británica Living Water Africa (LWA), que lucha para dignificar las condiciones de acceso al agua de los habitantes de dicho continente, estima que la pobreza hídrica reduce en más de un 5% el Producto Interior Bruto (PIB) de los países afectados. El tiempo gastado en transportar el agua, en su mayoría por niños y mujeres, se quita de estar en escuelas o de realizar actividades productivas. La lucha contra las enfermedades causadas por la falta de agua en condiciones conlleva asimismo un importante esfuerzo económico que en muchas ocasiones no pueden asumir los países afectados.
Pobreza hídrica en España
En España, la calidad y el abastecimiento público del agua están garantizados, como destaca Fernando Morcillo, director general de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS). Ahora bien, cada vez más ciudadanos españoles sufren de pobreza hídrica, según la Red Agua Pública, que aglutina diversos colectivos e instituciones sociales. Sus responsables explican que se produce por los cortes en el suministro ante la imposibilidad de hacer frente a las facturas por dicho servicio.
La Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas) calcula que en 2013 se tramitaron en España hasta 500.000 avisos de corte de suministro, de los que 300.000 se hicieron efectivos. La crisis económica y el encarecimiento del servicio son algunas de las razones esgrimidas. La Comisión Europea destacaba en marzo de este año este problema en España y reclamaba medidas para evitarlo.
Fuente: eroski
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