¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS ÁRBOLES?
¿Quedan dudas sobre las ventajas de mantener nuestros bosques y reforestar? No, pero por las dudas, conviene puntualizar algunos aspectos sobresalientes sobre estos hermosos regalos que la naturaleza nos da.
Datos sobre un millón de árboles.
- Proporcionan el oxígeno necesario para más de 4 millones de habitantes diariamente.
- Absorben 38.000 toneladas métricas de dióxido de carbono en los primeros 10 años, ayudando de manera activa a mejorar la calidad del aire que respiramos y como una gran herramienta para la preservación del medio ambiente.
- Limpian de la atmósfera la cantidad suficiente al impacto causado por 8.000 vehículos cada año.
- Un millón de árboles pueden absorber más de 9 millones de metros cúbicos de aguas pluviales, colaborando en la mitigación de inundaciones y favoreciendo el manntenimiento de la humedad y el desarrollo de nueva vegetación.
Además las áreas urbanas con más vegetación tienen índices criminales menores y mejores resultados en la población educativa.
Los costos inmobiliarios pueden incrementarse hasta en 10%.
Sirven de hábitat para un amplio abanico de fauna y flora.
Un árbol maduro remueve 70 veces más contaminantes que uno joven.
Un árbol puede absorber la contaminación que un automóvil produce andando 41.000 kilómetros.
Miles de millones de personas dependen de la salud de las cuencas hidrográficas con árboles en plena armonía. Ahí se originan cantidades increíbles de agua que la población mundial, cada vez más necesitamos.
Sumideros de carbono.
Los bosques juegan un papel crítico en la regulación del clima terrestre a través del ciclo de carbono. Retiran carbono de la atmósfera a medida que crecen y lo almacenan en sus hojas, tejidos leñosos y en la materia orgánica del suelo. Los bosques del mundo absorben 2,4 miles de millones de toneladas de CO2 cada año, cifra equivalente a un tercio de las emisiones de este gas derivadas de la quema de combustibles fósiles. Los bosques son el principal almacén de carbono en las tierras emergidas, ya que contienen el 77 por ciento de todo el carbono almacenado en la vegetación y el 39 por ciento del carbono almacenado en suelos.
Emisiones de gases de efecto invernadero.
La deforestación y la degradación de los bosques suponen entre el 10 y el 15 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por la actividad humana, y la quema de turberas añade otro 3 por ciento. Estas emisiones superan a las del sector del transporte. El dieciocho por ciento de las mismas es causada por solo diez países, entre los que destaca Indonesia.
Turberas y manglares.
Las turberas cubren alrededor del 3 por ciento de la tierra emergida pero almacenan un tercio de todo el carbono contenido en los suelos. En cuanto a los manglares, su densidad de carbono cuadruplica la de los bosques tropicales de tierras altas. La pérdida de turberas y manglares contribuye desproporcionadamente a las emisiones de dióxido de carbono, a la pérdida de biodiversidad y a la vulnerabilidad de las comunidades costeras. Por ello, la conservación de estos ecosistemas es clave en la lucha contra el cambio climático.
Fuentes: Naturamedioambiental y Plantando conciencia
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