lunes, 16 de diciembre de 2013

En Navidades se consecuente con el Medio Ambiente

NAVIDADES AMIGABLES CON EL MEDIO AMBIENTE

Las fechas navideñas son uno de los momentos del año más intensos en la generación de residuos: cada día se generan dos kilos de basura, de los cuales la mitad son envoltorios y embalajes, según Ecologistas en Acción.
Por ello, la política ecológica de las siete erres tiene que estar todavía más presente entre los consumidores: reflexionar sobre el sentido de estas fiestas, pensar si son necesarios todos los regalos previstos y hacer un consumo ajustado que prescinda de productos con empaquetados excesivos y de "usar y tirar", rechazar los productos superfluos e innecesarios, reducir los residuos o el despilfarro de energía, reutilizar los objetos o juguetes en buen estado que ya no se usan y alargar su vida útil, elaborar regalos artesanos, reciclar los residuos de manera adecuada, redistribuir los productos y regalos de manera equitativa y reclamar a las instituciones medida para que se cuide del medio ambiente también durante las Navidades.
Las fiestas navideñas no tienen por qué ser sinónimo de despilfarro. El consumidor también puede ser ecológicodurante estas fechas en sus compras, con los adornos navideños, al asumir las siete erres ecológicas o al ahorrar energía. Con estas medidas, además de reducir su impacto en el medio ambiente, conseguirá un importante ahorro para el bolsillo.



Basta con adquirir unos sencillos hábitos saludables para que todos seamos más respetuosos con el medio ambiente en las fiestas navideñas.

Las Navidades son una de las fechas señaladas en el calendario para estar con la familia y los amigos, y aumentar el consumo. Aunque el año pasado el gasto navideño descendió un 4%, cada familia española destinóuna media de 680 euros, según un estudio de la consultora Deloitte. Un consumo navideño insostenible, sin tener en cuenta el medio ambiente, tiene en general un impacto considerable en nuestro entorno. Durante las fiestas de Navidad, se tiran hasta un 40% de los alimentos producidos y se generan dos kilos de basura al día, de los que la mitad son envoltorios y embalajes, según Ecologistas en Acción. Pero está en la mano de todos evitarlo.


Hacer regalos ecológicos

Los regalos y las Navidades son como un tándem que puede ser también "verde". Los Reyes Magos, Papá Noel o personajes como el Olentzero vasco pueden traer a los niños juguetes ecológicos: cada vez hay más variedad entre los que se elaboran de forma respetuosa con el medio ambiente. En caso de decidirse por un juguete convencional, conviene elegir uno con valores educativos, sin embalaje excesivo, sin pilas y elaborados con materiales no contaminantes y reciclables. Y siempre hay que recordar que, para un niño, el cariño y la compañía de sus adultos y amigos y el uso de la imaginación se encuentran entre los mejores regalos posibles.
En cuanto a los mayores, también pueden regalar una gran variedad de productos ecológicos: alimentos "delicatesen" con certificado verde, bicicletas, colonias y cosméticos ecológicos, electrónica y tecnología ecológica, libros, películas y revistas de contenido medioambiental, mascotas abandonadas, productos de comercio justo, ropa ecológica y solidaria, viajes ecológicos, etc.


Compras ecológicas

Un primer paso en el consumo ecológico y económico navideño consiste enrechazar, siempre que se pueda, las bolsas de plástico y, en todo caso, aprovecharlas al máximo, reutilizarlas o llevar de casa bolsas de tela o carritos de compra. En los desplazamientos, utilizar el transporte público o compartir el vehículo puede ayudar a mitigar la contaminación causada por el uso del vehículo privado.

En Navidades, cada día se generan dos kilos de basura, de los cuales la mitad son envoltorios y embalajes

En el apartado de alimentación, es preferible el consumo de productos frescos y de temporada y, a poder ser, elaborados de forma local. En el caso de los productos perecederos, se pueden conservar en el congelador para que aguanten más tiempo. Otra idea consiste en organizar la lista de la compra para las fiestas, de forma que se ajusten los productos y las cantidades y se desperdicie la menor cantidad posible de alimentos. Estas ideas ayudarán a reducir los gastos, la generación de residuos y su correspondiente impacto ambiental.

Los regalos navideños ecológicos permiten ser respetuosos con el medio ambiente y originales. Las posibilidades son muy diversas: productos "eco-delicatessen", gadgets ecológicos, libros de contenido medioambiental, ropa ecológica, etc. Un viaje de ecoturismo puede ser también un regalo sorprendente para gozar de unas navidades diferentes. En cuanto a los juguetes, además de priorizar los de carácter educativo y valores de respeto y cuidado del medio ambiente, conviene fijarse en los fabricados con materiales reciclados y reciclables. Si resulta misión imposible no regalar un juguete a pilas, se puede recurrir a las recargables sin plomo.



Adornos navideños sí, pero sin destruir el medio ambiente
Durante las fiestas navideñas, se tiran hasta un 40% de los alimentos producidos

Los renos de Papá Noel, los camellos de los Reyes Magos, las ovejas o el musgo del belén, el abeto del salón... Todos ellos son típicos símbolos navideños que tienen, además, otro elemento en común: se encuentran en peligro de extinción. En algunos casos, como el acebo y el musgo, su extracción del monte está prohibida, tras los excesos sufridos en las últimas décadas, y puede acarrear multas de hasta 60.000 euros e incluso penas de prisión según el grado de destrucción.

La elección de un abeto natural o artificial tiene, en ambos casos, ventajas e inconvenientes ambientales. Por ello, el consejo es hacer un uso responsable. Si se elige uno natural, se recomienda que tenga suficientes raíces y cepellón (tierra adherida); se debe regar y alejarlo de la calefacción para que dure lo suficiente, hasta que se pueda llevar a un punto de recogida donde lo trasplanten. Y si se utiliza uno artificial, conviene que sea de buena calidad para que pueda conservarse durante muchos años.

El resto de símbolos navideños también pueden ser más respetuosos con el medio ambiente: adornos y tarjetas de felicitación reutilizadas y elaboradas con materiales reciclados, luces de bajo consumo y con temporizador, etc.
Evitar los despilfarros

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que un tercio de la producción alimentaria mundial para consumo humano se pierde o se desecha, es decir, unos 1,3 billones de toneladas. A pesar de esta aparente sobreabundancia, una de cada siete personas en el mundo se va a la cama hambrienta y más de 20.000 niños menores de cinco años mueren de hambre cada día. El desperdicio de comida es además un grave problema ambiental, ya que la producción alimentaria es una de las actividades que más afectan a la pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo.

El consumo de algunos alimentos causa un grave impacto ambiental en su lugar de origen. Es el caso del langostino tropical, uno de los productos estrella de las Navidades. Diversas organizaciones ecologistas han señalado que el aumento de su consumo puede provocar la destrucción de ecosistemas como el de los manglares (franjas costeras anegadas por las mareas). Este problema ambiental, económico y social se acentúa en estas fiestas. La idea no es privarse de alimentos, sino de consumir de forma sostenible: estudiar la lista de la compra para no llevarse excesivos productos, organizar en casa los alimentos de manera que se consuman todos, conservar en el congelador los productos perecederos, etc.

La energía es otro recurso que no se debe despilfarrar, sobre todo en Navidades: se estima que su consumo se incrementa hasta en un 20% por un mayor uso de la calefacción y la luz. Diversos consejos ayudarán a reducir este gasto y, de paso, su impacto ambiental: utilizar bombillas de bajo consumo, sistemas basados en energías renovables, electrodomésticos eficientes, desplazarse en transporte público o bicicleta, etc.
Consumir productos ecológicos, locales y de temporada

Los productos elaborados de forma local, frescos y de temporada tienen una menor huella ecológica y suelen ser más económicos y sabrosos. Por su parte, los productos con certificación ecológica garantizan que se han obtenido con unos métodos respetuosos con el medio ambiente. Son, por tanto, una opción más que recomendable para consumir en Navidades.



Ahorrar en energía

El gasto energético es otro de los conceptos que se dispara en Navidad: los expertos calculan que el consumo de electricidad se incrementa hasta en un 20%, sobre todo por un mayor uso de la calefacción y la luz.

Para reducir este gasto y su correspondiente impacto medioambiental, se pueden asumir diversos consejos, como utilizar bombillas de bajo consumo,sistemas basados en energías renovableso aparatos que consuman poca electricidad, o que incluso no la necesiten. Un buen regalo para ahorrar energía a partir de estas navidades puede ser un electrodoméstico eficiente con un certificado A+++. El gasto en calefacción también se puede reducir con diversas medidas para combatir el frío de forma ecológica.


Generar menos basura y reciclarlo todo

En Navidad, la producción de basura se dispara: se generan dos kilos al día, de los cuales la mitad son envoltorios y embalajes, según Ecologistas en Acción. Por ello, la práctica ecológica de las tres erres tiene que estar todavía más presente entre los consumidores: hacer un consumo ajustado a nuestras verdaderas necesidades que prescinda de productos con empaquetados excesivos y de "usar y tirar" (reducir); reutilizar los productos y materiales en buen estado que ya no se usan y alargar su vida útil; y reciclar los residuos de manera adecuada.



Y después de las Navidades, también ecológicos

La conciencia ecológica tiene que estar presente también una vez que se hayan acabado las fiestas. La generación de más residuos que en la media del resto del año, los regalos que no han gustado, los alimentos sobrantes de las celebraciones o el abeto navideño tienen solución ambiental con una organización adecuada

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